Una taza para el café, tinta para los esferos, pañuelos para las lágrimas, me gustan los calendarios usados que no son más que lapidas de días perdidos, los papeles marchitos, los recuerdos…
Los años fermentándose en las manos, las miradas añejas de los ancianos, la sabiduría acumulada a través de los fracasos, me gustan las cosas usadas por que de alguna manera poseen esa marca, esa huella, ese perfume tan único que solo el tiempo y nuestra manera de caminarlo podrían darlo, no quiero un corazón nuevo, no quiero brazos vírgenes, ni vientres inmaculados, te ofrezco esta camisa de pulguero con todo lo mío que lleva dentro, te ofrezco este corazón estropeado, te compro tu corazón despostillado, juntos … juntos podríamos usarlos.
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