domingo, marzo 16, 2014

Con el tiempo te das cuenta

“Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia
entre sostener una mano y encadenar un alma.
Y uno aprende que el amor no significa acostarse,
y que una compañía no significa seguridad,
y uno empieza a aprender…

Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas,
y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta
y los ojos abiertos,
y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy,
porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes…
y los futuros tienen su forma de caerse por la mitad.

Y uno aprende que si es demasiado
hasta el calor del sol puede quemar.
Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma,
en lugar de que alguien le traiga flores.

Y uno aprende que realmente puede aguantar,
que uno es realmente fuerte,
que uno realmente vale,
y uno aprende y aprende… y así cada día.

Con el tiempo aprendes que estar con alguien
porque te ofrece un buen futuro,
significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado.

Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz
de amarte con tus defectos y sin pretender cambiarte
puede brindarte toda la felicidad.

Con el tiempo aprendes que si estás con una persona
sólo por acompañar tu soledad,
irremediablemente acabarás no deseando volver a verla.

Con el tiempo aprendes que los verdaderos amigos son contados
y quien no lucha por ellos, tarde o temprano,
se verá rodeado sólo de falsas amistades.

Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en momentos de ira
siguen hiriendo durante toda la vida.

Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace,
pero perdonar es atributo sólo de almas grandes.

Con el tiempo comprendes que si has herido a un amigo duramente es muy probable que la amistad nunca sea igual.

Con el tiempo te das cuenta que aún siendo feliz con tus amigos,
lloras por aquellos que dejaste ir.

Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida,
con cada persona, es irrepetible.

Con el tiempo te das cuenta que el que humilla
o desprecia a un ser humano, tarde o temprano
sufrirá multiplicadas las mismas humillaciones o desprecios.

Con el tiempo aprendes a construir todos tus caminos en el hoy,
porque el sendero del mañana no existe.

Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas y forzarlas a que pasen ocasiona que al final no sean como esperabas.

Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro,
sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante.

Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están a tu lado,
añorarás a los que se marcharon.

Con el tiempo aprenderás a perdonar o pedir perdón,
decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas,
decir que quieres ser amigo, pues ante una tumba, ya no tiene sentido.

Pero desafortunadamente, sólo con el tiempo…”



Borges

Si te vas

Si te vas,   me iré tras de ti por las calles como un animal sin dueño, caminare de un lado a otro la orilla de la noche, masticando la rabia de lo incierto, siguiendo el olor de tu ser en medio de la oscuridad.

Si te vas,  todas las caricias que se dieron sin cariño no podrán equiparar la gloria de
un par de besos tuyos, ni la suma de todas mis mañanas podrán igualar a lo confortable de un amanecer a tu lado.

Tu sabes que no miento, que las palabras suben a mi boca como lo hace la noche por tu ventana, el aire añejo de una ciudad indiferente inunda mi habitación,  una ciudad diferente que no reconozco sin ti, es entonces que me invade la certeza de saber que es el contacto de tu voz con mi ser lo que más ansío.

Voy tras de ti sin esperar nada de ti que no seas tu misma, sin ofrecerte nada mas que lo que estoy
sintiendo por ti..., ojalá me alcance..., ojalá nos alcance.

NOCTURNO A ROSARIO

Pues bien, yo necesito decirte que te adoro, decirte que te quiero con todo el corazón; que es mucho lo que sufro, que es mucho lo que lloro, que ya no puedo tanto, y al grito que te imploro te imploro y te hablo en nombre de mi última ilusión. 

De noche cuando pongo mis sienes en la almohada, y hacia otro mundo quiero mi espíritu volver, camino mucho, mucho y al fin de la jornada las formas de mi madre se pierden en la nada, y tú de nuevo vuelves en mi alma a aparecer. 

Comprendo que tus besos jamás han de ser míos; comprendo que en tus ojos no me he de ver jamás; y te amo, y en mis locos y ardientes desvaríos bendigo tus desdenes, adoro tus desvíos, y en vez de amarte menos te quiero mucho más. 

A veces pienso en darte mi eterna despedida, borrarte en mis recuerdos y huir de esta pasión; mas si es en vano todo y mi alma no te olvida, ¡qué quieres tú que yo haga pedazo de mi vida; qué quieres tú que yo haga con este corazón! 

Y luego que ya estaba? concluido el santuario, la lámpara encendida tu velo en el altar, el sol de la mañana detrás del campanario, chispeando las antorchas, humeando el incensario, y abierta allá a lo lejos la puerta del hogar... 

Yo quiero que tú sepas que ya hace muchos días estoy enfermo y pálido de tanto no dormir; que ya se han muerto todas las esperanzas mías; que están mis noches negras, tan negras y sombrías que ya no sé ni dónde se alzaba el porvenir. 

 ¡Que hermoso hubiera sido vivir bajo aquel techo. los dos unidos siempre y amándonos los dos; tú siempre enamorada, yo siempre satisfecho, los dos, un alma sola, los dos, un solo pecho, y en medio de nosotros mi madre como un Dios! ¡Figúrate qué hermosas las horas de la vida! ¡Qué dulce y bello el viaje por una tierra así! 

Y yo soñaba en eso, mi santa prometida, y al delirar en eso con alma estremecida, pensaba yo en ser bueno por ti, no más por ti. Bien sabe Dios que ese era mi más hermoso sueño, mi afán y mi esperanza, mi dicha y mi placer; ¡bien sabe Dios que en nada cifraba yo mi empeño, sino en amarte mucho en el hogar risueño que me envolvió en sus besos cuando me vio nacer! 

Esa era mi esperanza... mas ya que a sus fulgores se opone el hondo abismo que existe entre los dos, ¡adiós por la última vez, amor de mis amores; la luz de mis tinieblas, la esencia de mis flores, mi mira de poeta, mi juventud, adiós! 

por Manuel Acuña