sábado, julio 22, 2006

Cuando vuelvas

Para cuando vuelvas
estoy esperando con mi pena,
para cuando vuelvas
con mi soledad y con mi pena.

Vieras nuestra cama
desolada y fría,
como te reclama
día, noche y día.

Para cuando vuelvas
estoy remontando la tristeza,
larga de tu ausencia
como son de largas tus promesas.

Ataré mis brazos
por si se me vuelan,
al sentir tus pasos
sobre la escalera.

Para cuando vuelvas
estoy esperando,
sólo con mi pena
para cuando vuelvas.

Para cuando vuelvas
estoy revisando mis esquemas,
para que no vuelva
a vivir errores que duelan.

Tengo tántas ganas
de tenerte cerca,
reanimar la llama
que apagó la ausencia.

Para cuando vuelvas
tengo cascabeles en la entrada,
por la puerta abierta
para que me anuncien tu llegada.

Mojaré mis manos
que en las noches frías,
te han buscado en vano
secas de caricias.

Para cuando vuelvas,
estoy esperando,
sólo con mi pena
para cuando vuelvas.

xxx

miércoles, julio 19, 2006

Wish You Were Here

So, so you think you can tell Heaven from Hell,
blue skies from pain.
Can you tell a green field from a cold steel rail?
A smile from a veil?
Do you think you can tell?
And did they get you to trade your heroes for ghosts?
Hot ashes for trees?
Hot air for a cool breeze?
Cold comfort for change?
And did you exchange a walk on part in the war for a lead role in a cage?
How I wish, how I wish you were here.
We're just two lost souls swimming in a fish bowl, year after year,
Running over the same old ground.
What have we found? The same old fears.
Wish you were here.

martes, julio 18, 2006

Este amor

Este amor que dejaste entre mis sabanas, este amor que duerme entre los platos sucios y que se enreda entre mis días, este amor que camina a donde vaya, que se trepa a mis cigarrillos y me mira desde los espejos, este amor caprichoso que a veces no quiere vivir, este amor que me atormenta y me desespera, este amor que te tengo

Este amor cobarde que te recuerda, que a veces no quiere saber de razones que no seas tu, que se pasea por las noches entre las paredes vacías de ti, este amor que alucina con la luna de tus besos y con el sol de tus ojos es el que me acompaña en este concierto de soledad que es tu partida.

Este amor me dice que te amo, me lo recuerda a cada paso del reloj, en cada parada de los buses el busca algo de tu ser en esta ciudad de caras vacías, este amor te es fiel como los perros y huraño como los viejos de los asilos, este amor te ama mas que a mi mismo, este amor y yo estamos jodidos sin ti.

lunes, julio 17, 2006

viejos corazones

Desnudo sobre ti, contemplo el amargo paso del tiempo a través del manto negro de esta noche, las dudas trepan nuestra cama, así como el insomnio se acomoda entre mis ojos,

Desnudo sobre ti oigo el sonido mudo de nuestros corazones, y pienso en todas las palabras que nunca nos dijimos por miedo de descubrirnos y solo el silencio macera nuestros cuerpos.

Desnudo sobre ti me doy cuenta que estamos solos, solos, no nos tenemos ni siquiera a nosotros, solos desde nuestros pies hasta nuestros corazones, solos a nuestras espaldas, tal vez solamente podamos contar el uno con el otro, pero como hacerlo si ni siquiera nosotros contamos con nosotros mismos

Y te abrazo fuertemente, y mis brazos te envuelven como las boas a su presa, y tu me miras resignada, sin odio, sin dolor, sin rencor…sin amor

Desnudo sobre ti, con solo nuestros viejos corazones de por medio, tengo miedo de perderte,

Desnudo sobre ti tengo miedo de amarte.

lunes, julio 10, 2006

otra carta

Siempre estás a mi lado y yo te lo agradezco.
Cuando la cólera me muerde, o cuando estoy triste
-untado con el bálsamo para la tristeza como para morirme-
apareces distante, intocable, junto a mí.
Me miras como a un niño y se me olvida todo
y ya sólo te quiero alegre, dolorosamente.
He pensado en la duración de Dios,
en la manteca y el azufre de la locura,
en todo lo que he podido mirar en mis breves días.
Tú eres como la leche del mundo.
Te conozco, estás siempre a mi lado más que yo mismo.
¿Qué puedo darte sino el cielo?
Recuerdo que los poetas han llamado a la luna con mil nombres
-medalla, ojos de Dios, globo de plata,
moneda de miel, mujer, gota de aire-
pero la luna está en el cielo y sólo es luna,
inagotable, milagrosa como tú.
Yo quiero llorar a veces furiosamente
porque no sé qué, por algo,
porque no es posible poseerte, poseer nada,
dejar de estar solo.
Con la alegría que da hacer un poema,
o con la ternura que en las manos de los abuelos tiembla,
te aproximas a mí y me construyes
en la balanza de tus ojos,
en la fórmula mágica de tus manos.
Un médico me ha dicho que tengo el corazón de gota
-alargado como una gota- y yo lo creo
porque me siento como una gruta
en que perpetuamente cae, se regenera y cae
perpetuamente.
 
Bendita entre todas las mujeres
tú, que no estorbas,
tú que estás a la mano como el bastón del ciego,
como el carro del paralítico.
Virgen aún para el que te posee,
desconocida siempre para el que te sabe,
¿qué puedo darte sino el infierno?
Desde el oleaje de tu pecho
En que naufraga lentamente mi rostro,
te miro a ti, hacia abajo, hasta la punta de tus pies
en que principia el mundo.
Piel de mujer te has puesto,
Suavidad de mujer y húmedos órganos
en que penetro dulcemente, estatua derretida,
manos derrumbadas con que te toca la fiebre que soy
y el caos que soy te preserva.
Mi muerte flota sobre ambos
y tú me extraes de ella como el agua de un pozo,
agua para la sed de Dios que soy entonces,
agua para el incendio de Dios que alimento.
 
Cuando la hora vacía sobreviene
sabes pasar tus dedos como un ungüento,
posarlos en los ojos emplumados,
reír con la yema de tus dedos.
¿Qué puedo darte yo sino la tierra?
Sembrado en el estiércol de los días
miro crecer mi amor, como los árboles
a que nadie ha trepado y cuya sombra
seca la hierba, y da fiebre al hombre.
 
Imperfecta, mortal, hija de hombres,
verdadera,
te ursupo, ya lo sé diariamente,
y tu piedad me usa a todas horas
y me quieres a mí, y yo soy entonces,
como un hijo nuestro largamente deseado.
 
Quisiera hablar de ti a todas horas
en un congreso de sordos,
enseñar tu retrato a todos los ciegos que encuentre.
Quiero darte a nadie
para que vuelvas a mí sin haberte ido.
 
En los parques, en que hay pájaros y un sol en hojas por el suelo,
donde se quiere dulcemente a las solteronas que miran a los niños,
te deseo, te sueño.
¡Qué nostalgia de ti cuando no estás ausente!
(Te invito a comer uvas esta tarde
o a tomar café, si llueve,
y a estar juntos siempre, siempre, hasta la noche.)

J. Sabines


Para ti que estas lejos y sabes lo que me envuelve la ausencia
te amo

viernes, julio 07, 2006

La vida es en otra parte

Me doy cuenta de que me faltas
y de que te busco entre las gentes, en el ruido,
pero todo es inútil.
Cuando me quedo solo
me quedo más solo
solo por todas partes y por ti y por mí.
No hago sino esperar.
Esperar todo el día hasta que no llegas.
Hasta que me duermo
y no estás y no has llegado
y me quedo dormido
y terriblemente cansado
preguntando.
Amor, todos los días.
Aquí a mi lado, junto a mí, haces falta.
Puedes empezar a leer esto
y cuando llegues aquí empezar de nuevo.
Cierra estas palabras como un círculo,
como un aro, échalo a rodar, enciéndelo.
Estas cosas giran en torno a mí igual que moscas,
en mi garganta como moscas en un frasco.
Yo estoy arruinado.
Estoy arruinado de mis huesos,
todo es pesadumbre.


J. Sabines


pdta. Te extraño

jueves, julio 06, 2006

Te quiero a las 10 de la mañana

Te quiero a las diez de la mañana, y a las once, y a
las doce del día. Te quiero con toda mi alma y con todo mi cuerpo,
a veces, en las tardes de lluvia. Pero a las dos de la tarde, o a las tres,

cuando me pongo a pensar en nosotros dos, y tú piensas en la comida o en el trabajo diario, o en las diversiones que no tienes, me pongo a odiarte sordamente, con la mitad del odio que guardo para mí.

Luego vuelvo a quererte, cuando nos acostamos y siento que
estás hecha para mí, que de algún modo me lo dicen tu rodilla
y tu vientre, que mis, manos me convencen de ello, y que no
hay otro lugar en donde yo me venga, a donde yo vaya, mejor
que tu cuerpo. Tú vienes toda entera a mi encuentro,
y los dos desaparecemos un instante, nos metemos en la boca de Dios,
hasta que yo digo que tengo hambre o sueño.

Todos los días te quiero y te odio irremediablemente. Y hay
días también, hay horas, en que no te conozco, en que me
eres ajena como la mujer de otro. Me preocupan los hombres,
me preocupo yo, me distraen mis penas. Es probable que no
piense en ti durante mucho tiempo. Ya ves. ¿Quién podría
quererte menos que yo, amor mío?

lunes, julio 03, 2006

Ojos de hombre

Ojos de hombre que no mira para atrás, voz amarga llena de pasados y manos callosas de tanto secar lágrimas.

Un día pueda ser que por fin encuentres lo que nunca perdiste pero sabes perfectamente que te hace falta, un día se ira ese dolor que no viste nacer pero creció contigo.

Sobraran los diarios, no habrá mas noticias en la tele ni amores baratos para perfumar tus noches,

Tu corazón es maldito, tu corazón es solo un cúmulo de sangre con poco de entrañas que siente asco de si mismo, tu corazón no sabe de amor por que jamás llego a tiempo a esa clase,

Tus pasos miden perfectamente el paso del tiempo, pero tu reloj solo sirve para medir la soledad

Hombre cansado, hombre desecho, hombre malvado, hombre capado, tal ves ya es tiempo, tal vez ya es hora que miremos para atrás.

Ojos de hombre

Ojos de hombre que no mira para atrás, voz amarga llena de pasados y manos callosas de tanto secar lágrimas.

Un día pueda ser que por fin encuentres lo que nunca perdiste pero sabes perfectamente que te hace falta, un día se ira ese dolor que no viste nacer pero creció contigo.

Sobraran los diarios, no habrá mas noticias en la tele ni amores baratos para perfumar tus noches,

Tu corazón es maldito, tu corazón es solo un cúmulo de sangre con poco de entrañas que siente asco de si mismo, tu corazón no sabe de amor por que jamás llego a tiempo a esa clase,

Tus pasos miden perfectamente el paso del tiempo, pero tu reloj solo sirve para medir la soledad

Hombre cansado, hombre desecho, hombre malvado, hombre capado, tal ves ya es tiempo, tal vez ya es hora que miremos para atrás.